miércoles, 18 de enero de 2012

“Yo quiero contar las historias como mi abuela”

Por: Consuelo Solis

El Gabo es periodista por las circunstancias. Su meta siempre fue la de ser escritor, y el periodismo era una forma rentable de llegar a ella. “Yo quiero contar las historias como mi abuela, con eventos extraordinarios y anomalías como si fueran de la vida cotidiana” Y lo logro. Es una regla básica del periodismo ser claro y preciso. “Escribe para que te lea la abuelita” me decía un profesor de Redacción.


García Márquez tiene un sinfín de artículos periodísticos. Basta con leerlos y sentir el tufo literario. Lo que se llama EL nuevo periodismo que inicio Truman Capote con su primer libro de no Ficción “A sangre Fría”. Atrás quedo esa línea vertiginosa que dividía al periodismo y a la literatura. Con desdén los escritores se referían al periodismo como la Siberia de la literatura. Aquellos que se quedaron a medio camino, que no pudieron o no supieron contar una buena historia. ¿Pero no se dice que la realidad supera la ficción? El Gabo cogió las historias, se informo y empezó a contar como la abuelita: clarito y preciso, cogió a la imaginación de un hilo de nylon y cual cometa la hizo volar ni tan alto ni tan bajo, nos dio poesía y nos dio realidad.
El Nobel nos mastica los datos, la información abarrotada y aburrida, nos entrega una papilla surtida, comestible, digerible de aquel acontecimiento que vale la pena contar. Y fue Clemente Manuel Zavala, jefe del diario “El Universal” quien ordena al joven Gabriel ir a husmear como vaciaban las criptas funerarias del antiguo convento de Santa Clara. Es ahí donde su formación periodística toma forma, desembocando en la novela “El amor y otros demonios”. Así como Noticia de un secuestro, basada en el secuestro de 10 personas entre ellos periodistas y fotógrafos. por el narcoterrorismo que impera en Colombia, entre las Farc y el cartel de Medellín encabezado por Pablo Escobar.
El relato de un naufrago, que como en sus otros textos periodísticos a su estilo, García Márquez, presenta en el prefacio la nota periodística, el origen, mientras que el cuerpo es la conjugación de los datos acontecidos como contenido y el estilo literario en la forma. Muchas veces los datos son contados en forma de crónica , género periodístico más allegado a la literatura, podemos verlo así en “La aventura de Miguel Littin clandestino en Chile”, donde narra las proezas del director de cine desterrado de su tierra por el gobierno de Pinochet y de cómo logra hacer un documental de su país, en la clandestinidad. Aquellas historias verídicas son fruto de un largo y sesudo proceso periodístico de testimonio, entrevista y finalmente lo que termina siendo una crónica de cada paso que se dio para lograr sus cometidos.
No contento con las obras periodísticas, el Colombiano crea La Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano en 1994, consciente de que en el periodismo se inicio como escritor.
Lo que se postula son las Ideas Visuales, en esta carrera tecnológica, la escritura no podía quedarse atrás. Las palabras son imágenes y como tales el estilo y el contenido se transforman en la Forma y el Fondo.
La formula es sencilla. Las historias reales son más impactantes que la ficción, solo se necesita de una buena pluma, de la estética de la literatura, de aquella caricia poética a los datos yermos y ariscos que hagan atractivas las historias.

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